Capítulo 34: Love, love, love.

Mientras The leppard and tiggers platicaban con un importante productor y The quarrymen actuaban en más lugares. En Minnesota la adorable Marce seguía con su vida.
La confusión que había causado en ella Robert Zimmerman no la dejaba en paz así que, para dejar todo en el pasado, decidió darse unas vacaciones y viajó hacia los Angeles C.A. con el pretexto de "visitar a a sus padres".
¡Claro querida Marce!, recuerda que tu misma huiste de ese lugar porque ya no soportabas a tus padres.

■Narra Marce■

Después de haber desempacado mis cosas y haber platicado con mis padres el por qué de mi visita ( obviamente mentí ) decidí salir a caminar como en los viejos tiempos.
Extrañaba aquel lugar, sus calles llenas de gente caminando aprisa, el fuerte olor a café que había por tantas cafeterías, los carros en montón... vaya, si que extrañaba ese lugar.

Después de mi caminata por las frías aceras, decidí que era hora de visitar un parque, pero no cualquier parque, este era un parque especial, era el parque que me vio crecer y en el cual encontré una sorpresa increíble.

X: ¿Marce?  - me nombró un tipo con gafas oscuras.

Marce: Ehm ¿Si? -dije un poco insegura.

X: Por el amor de dios ¡Marcela Enderson! - Se acercó a mi y me abrazó fuertemente.

Marce: Si, yo soy Marcela Enderson -decía mientras me quedaba parada sin hacer nada.

X: No sabes quien soy ¿Cierto? - se separó de mi.

Marce: ¿Tan obvia soy?

X: Marce soy yo - se quitó las gafas - Soy Jayden.

Sentí como mi sonrisa comenzó a agrandarse y mi cuerpo comenzó a agitarse.
Jamás me hubiera imaginado que Jayden Bissette, de quién estuve perdidamente enamorada toda la secundaria, estuviera frente a mi. Aún no perdía ese toque tan masculino que siempre volvió tan locas a todas las chicas incluyéndome.

Jayden: ¿Cómo haz estado? - dijo mientras regresaba las gafas a sus ojos - Vaya que ha pasado tiempo.

Marce: Muy bien. Ya son bastantes años sin vernos.

Jayden: Así es. ¿Sigues viviendo aquí?

Marce: Ammm no, ahora vivo en Minnesota pero estoy de vacaciones. ¿Y tú?

Jayden: No me lo vas a creer pero... - sonrió y me miró fijamente - estoy apunto de mudarme por un tiempo hacia Minnesota.

Sentí que mi corazón se paralizó por un momento ¿Acaso e el chico más guapo acababa de decir que se mudaría al mismo lugar donde yo vivo? Este debía de ser un sueño.

Marce: No puede ser! Es magnífico - me abracé a él y el me rodeó fuertemente.

Jayden: Lo sé. - río un poco. Me alejé de él y este me miró con una sonrisa pintada en sus labios. - espero que ahora si nos veamos más seguido. ¿Podrías darme tu número telefónico?

Marce: Cl-Claro. -dije evidentemente nerviosa.

Le di mi número telefónico y después de un "te llamaré cuando esté instalado allá" seguido por un "debo irme. Nos vemos luego" me dio un tierno beso en la mejilla y se alejó de ahí.

Sin duda, mi viaje no había estado nada mal. Quizá, con suerte, por fin el amor llegaría a mi. El problema era que había un  pequeño problema, dos, para ser mas exacta..... Zimmerman y Zam.

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En el viejo y frío Liverpool, las cosas no eran tan buenas como parecían.
En si, la banda iba demasiado bien. Tenían demasiado trabajo y cada vez tocaban mejor.
Pero los chicos tenían sus altas y sus bajas, digamos que las bajas las tenían con las chicas.
Vaya Quarrymen tienen que cuidar más sus relaciones, no vaya a ser que alguien cercano tome ventaja.

Sabine Morrison le tenía preparada una sorpresa a Stu ya que, como era de esperarse, la chica quería darle una noticia: sus padres se irían de viaje el fin de semana y tendría la casa para ella sola.
Pobre de ella, jamás se imaginó que la sorpresa que le tenía Stu era mil veces mejor.

Tocó la puerta con tres rápidos pero leves golpes.

x: ¿Quién es? -decía una chica al otro lado de la puerta. ¡Una chica! ¿Quién rayos era? Cyn estaba con ella hace unas horas, no podía ser ella.

Sabi: Busco a Stuart. -dijo molesta.

X: Un momento. -dijo la chica - Stu! Amor! Te buscan! -gritó.

Stu: ¿Quién es amor? - gritó mientras se acercaba a la puerta.

¡Maldito hijo de puta! - pensaba Sabine cuando de pronto Stuart abrió la puerta.

Bien dicen que el que nada debe nada teme pero esta vez el adorable   Stu si que temía pues, ahí frente de él,  se encontraba nada,  as y nada menos que su novia.

Stu: S-S-Sabi-bi. -tartamudeo. -¿Qu-Qué haces aquí?

Sabi: Venía a darte una sorpresa pero veo que fue al revés. -dijo mientras se asomaba detrás de Stu. -Ahora explícame ¿Quién es ella?

Y de pronto, Stuart se puso más transparente que un fantasma.

Stu: N-No eso lo que parece.

Sabi: ¿No? Entonces explícame ¿Qué demonios hace aquí? - decía enojada.

Stu: Sólo vino a...... pedirme azúcar. - dijo, obviamente, más que nervioso.

Sabi: Oh, que linda. Pero al parecer vino por tu terroncito. - dijo burlona. - Jodete Imbécil.

Y dicho esto salió de ahí casi corriendo para que Stu no tuviera el gusto de verla llorar.

Pobre Sabine, jamás hubiera imaginado que el dulce y adorable Stu la pudiera engañar. Lo bueno es que lo malo atrae a lo bueno y eso fue lo que le pasó a Sabi.

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El chico Harrison caminaba tranquilamente por las calles de Liverpool.
Su fanatismo por los carros hizo que volteara a ver uno de esos coches último modelo que cualquiera desearía, si darse cuenta, chocó contra alguien.

George: Oh, discúlpame yo lo siento tanto. -decía mientras le daba la mano a la misteriosa chica que cubría su rostro bajo oscuro cabello.

X: No importa, al parecer fue mi culpa. - decía la chica. Subió su mirada para encontrarse con aquel chico que la había tirado.

George: ¡Tu de nuevo! ? - dijo sorprendido.

Sabi: rayos! -dijo a lo bajo - lo siento Harrison. Adiós.

La pequeña Sabi quiso correr rápidamente pero la curiosidad de George hicieron que este la tomara del brazo.

George: ¿Te encuentras bien? - dijo cuando vio que sus ojos estaban empapados en lágrimas.

Sabi: ¿Ahora te importa como estoy Harrison?  -dijo soltándose bruscamente de la mano de este.

George: Se que de un tiempo para acá nos llevamos bastante mal Sabine, pero eso no quiere decir que no me preocupe por ti. - Ambos se miraron.

■Narra Sabi■

Miré sus profundos y tranquilizadores ojos fijamente, él decía la verdad, lo pude notar.

Mi corazón se aceleró al sentir sus cálidos brazos a mi alrededor. Me estaba abrazando y eso hacia que me tranquilizara porque no estaba muy bien que digamos, Stu me estaba engañando y yo creía ciegamente en él.

Pero en este momento no importaba nada. George Harold Harrison me estaba abrazando y en ese momento solo podía pensar en ello.

George: Vamos Sabi, te llevaré a casa. - tomó mi mano delicadamente.

Sabi: No quiero ir a casa. -seque algunas lágrimas.

George: Bien, entonces te llevaré a algún lugar y me contaras por qué estás así ¿De acuerdo?

Sabi: Está bien. -sonreí a medias. - Gracias Harrison.

George: No agradezcas pequeña - tomó mi barbilla y sonrió amplia mente - Y por favor, deja de decirme Harrison, mi nombre es George si es que ya lo olvidaste.

Ambos comenzamos a reír y yo solo asentí con la cabeza.
Comenzamos a caminar entre la gente tomados de las manos.

-Narración Normal-

Qué lindos se veían los más pequeños del grupo de amigos juntos.
Felicidades George, acabas de ganarte a la pequeña Morrison pero no te confíes, las mujeres generalmente usan a los amigos para encelar a los novios.

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Loretta aún seguía sin saber que seria de ella y McCartney.
Ella sabía que el era lindo y de más pero no estaba muy segura de sentir algo más por él.
Quizá lo que pensaba iba a quedar en el pasado pues Paul le tenía una sorpresa que la dejaría más helada que un cubo de hielo.

Paul: Hola Loretta - dijo cuando esta abrió la puerta de su casa.

Loretta: Hola Paul. ¿Qué haces aquí? -dijo sonriente pero a la vez confundida.

Paul: Bien, pasaba por aquí y decidí pasar a visitarte. - sonrió.

Loretta: Que lindo de tu parte Paul.

Paul: Oye... tengo que platicar contigo ¿Quieres salir por un helado?

Loretta: Claro, espera aquí. Iré por mi chaqueta.

5 minutos después, la chica regresó lista y con un  peinado diferente.

Paul: El día de hoy te ves hermosa. - dijo mientras caminaban.

Loretta: Gracias. - se sonrojó.

Paul: Bien... ¿Realmente quieres ese helado? - dijo evidentemente nervioso.

Loretta: Ammm... no me gusta el helado ¿Sabes? - ambos comenzaron a reír animadamente.

Paul: Que bien que me lo dices.

Loretta: Si...... ¿Hay algo que quieras decirme Paul? -dijo parando de reír y haciendo que Paul volviera a ponerse nervioso.

Paul: Emmm no.

Loretta: ¿No? - lo miró confundida.

Paul: Bueno....

Loretta: ¿Si? - lo animó a seguir.

Paul: Yo....... ¡Rayos! ¿Por qué es tan difícil si ya conocimos nuestros interiores? - dijo nervioso. Ella comenzó a reír animadamente

Loretta: Cierto. Insisto, conozco mejor tu garganta que a ti. - dijo divertida recordado aquel beso de la fiesta.

Paul: Bien, es hora de decir lo obvio.

Loretta: ¿Qué es obvio? - dijo confundida.

Paul: Loretta tu me...... tú me gustas. - dijo de repente haciendo que ella abriera los ojos como platos.

Loretta: Paul...... yo....... - decía, pero no acaba la frase.

Paul: Loretta Braihton - dijo haciendo que ella callara. - ¿Quieres ser mi novia? - suspiró.

Loretta: Yo...... Yo..... Paul. - lo miró a los ojos.

Tendríamos que advertirle a la adorable Loretta sobre como era McCartney antes de que tomara una decisión errónea. Pobre chica.

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BIEN, AQUI ESTÁ EL NUEVO CAP. ESPERO QUE LO DISFRUTEN.

Sabi: chiquita mía de mi XD Ya tenemos tu Facebook todas XD que bueno que ya estés en esa red XD

Marce: quedamos en que ya no ibas a desaparecer malvada. :9 Por cierto, no has pasado a leer la nueva novela eh...

Loretta: Hija mía estas muy orate, por eso te quiero XD ya no desaparezcas tu tampoco (cof cof marce)

Ennnn fin, las adoro niñas. Gracias por leer.

Buenas vibra hoy y siempre. :)